Un día lluvioso

jueves


Hoy ya son tres días de lluvia, ayer terminé de leer "El cuento número trece" gran historia.

Es curiosos, cuando llegamos al mundo comienza nuestra historia, pero también somos personajes secundarios de otra que ha comenzado mucho tiempo antes que la nuestra; la de nuestros padres.
Son ellos quienes nos cuentan nuestros primeros capítulos, son como la voz que escuchamos narrar historias mientras tratamos de visualizar  imágenes borrosas que ayuden a "recordar" aquellos instantes que tal vez marcaron el  sendero que la historia tomaría, y es que, puede que eso explique porqué tenemos miedo a ciertos lugares, cosas u objetos, o hasta el porqué algunos aromas nos gustan más que otros, tal vez así logramos evocar a personas que ya no tenemos cerca y poder sentir de nuevo ese abrazo que nos hacía sentir seguros. Son ellos y nuestros abuelos  las voces más fieles a lo que en verdad sucedió antes, durante y después de nuestra llegada.

Es agradable escuchar historias en dias como el de hoy y los dos anteriores, en los que la casa se cubre por una espesa neblina y ni un rayo de sol se cuela  entre las nubes, que anciosas de mitigar el calor que consumía a la tierra desbordan el agua acumulada sobre todo el lugar.

Todos solemos inventar nuestro nacimiento, "¿Si quieres conocer a alguien? ¿ Su corazón, su mente, su alma? Pídele que te cuente de cuando nació" menciona "Vida Winter" lo que cuente no será la verdad: será una historia.

Así es que me pondré a escirbir sobre el día en que nací, aun no se lo que sucederá sin embargo si sé que comenzará  como hoy...siempre he dicho que nací en un día lluvioso.

 cuál es tu historia?


Nunca te vayas sin decir te quiero

lunes
¿De cuántas despedidas no hemos formado parte a lo largo de nuestra vida?


Si bien cuando venimos al mundo nuestra madre nos recibe con beso y un "te quiero" ¿por qué no repetir ese "te quiero" en cada despedida? Nunca podemos saber sí esa será la ultima ocasión en la veremos a esa persona y estamos tan acostumbrados a sólo despedirnos con un  "adiós" así de simple...


"Nunca te vayas sin decir te quiero"  o "Corazones enfrentados" nos cuenta la historia de Chaja una joven estudiante que se sostiene por sí misma trabajando en varios sitios y asistiendo a la universidad, tiene una dificíl relación con sus padres. Un amigo de la familia le consigue un trabajo de niñera de tres niños fruto de un matrimonio judío. Simcha uno de los pequeños a su cargo tiene  cinco años pero no habla, sin embargo con su silencio y su travieso encanto le robará el corazón a Chaja, quien tendrá que atravesar un camino lleno de obstáculos y prejuicios.

Nunca te vayas sin decir te quiero es una cinta que sin lugar a duda nos deja el mensaje de aceptar y respetar culturas repletas de tradiciones y la historia de un último "te quiero" lleno de inocencia.


Suite Habana

Entre los documentales que he tendio la oportunidad de ver y que en verdad me han llamado mucho la atención se encuentra "Suite Habana"...





Quienes vivimos en un lugar pequeño y que es considerado en la esfera terrestre como un punto de "diversión" , podemos entender que no sólo es eso sino que las personas que ahí radican tienen sus propias historias, entrelazadas como hilos.


El director de "Suite Habana" (Fernando Pérez) nos muestra un día en la vida de diez habaneros que nos representan la curiosa diversidad de los grupos sociales que se mueven en la ciudad. Porque no hay una sola Habana: hay muchas Habanas invisibles y distintas para vivir...

Radio Flyer (La fuerza de la ilusión)

domingo
Haciendo un retroceso en mi vida, recordé que en la infancia mi hermana mayor y yo gustabamos de ver una película muy noble, que contaba la vida de dos hermanos...Te quiero Magui!!


Un hombre convertido ya en padre mira al pasado y nos cuenta la historia de su infancia. Una etapa triste y muy dura desde el mismo día en que se muda  con su hermano menor, su madre y su padrastro. Ambos niños son victímas de los abusos tanto fisicos y psicológicos propiciados por el nuevo esposo de su madre; un hombre alcohólico y violento. Y la única salida para escapar que encuentran los pequeños hermanos es transformar un viejo juguete, el "Radio Flyer"...

Imaginación

viernes
¿Cuántas veces hemos imaginado que nuestra vida es como la de las peliculas que en ocasiones solemos ver ya sea en el cine o la televisión? eso me ha pasado en varias ocasiones... No creo que sea malo después de todo desde niños tenemos y desarrollamos la capacidad de imaginar cosas, y asi con niños es que este corto animado  de Carlos Lascano nos muestra los que podemos llegar a imaginar...


A SHORT LOVE STORY IN STOP MOTION from Carlos Lascano on Vimeo.

La regla de tres...


 "(...) De modo que le hice una propuesta.
-Le preguntaré tres cosas. Cosas de las que hay constancia escrita. Cuando me vaya de aquí podré comprobar lo que me ha contado. Si descubro que me ha dicho la verdad, aceptaré el trabajo.

-Ah, la regla de tres...El número mágico. Tres pruebas antes de que el príncipe obtenga la mano de la bella princesa. Tres deseos concedidos al pescador por el pez mágico que habla. Tres osos para Ricitos de Oro y las tres cabras de Billy Gruffs. Señorita Lea, si me hubiera propuesto dos preguntas, o cuatro habría sido capaz de mentir, pero habiendo dicho tres..."

Este fragmento es parte del libro cuya portada muestro en la imagen.." El cuento número trece" de  Diane Stterfield.

Si te agradan las historias que tienen elementos de la novela gótica y misterio, aquí una excelente opción que disfrutarás capítulo a capítulo.

"El cuento número trece es un libro que nos devuelve el amor por la literatura" (The Spectator)

Y al igual que "Vida Winter" creo que la principal regla de todo contador de historias es la regla de tres... toda historia tiene introducción, nudos y desenlace... " sin saltos en la historia. todo correcto, nada de trampas, nada de adelantarse, nada de preguntas, nada de miradas furtivas a la última pagina" (Vida winter)

Lo crees?
                                                                       

Sólo necesitas creer...

Ese es el mensaje principal de Kung-Fu Panda, no necesitas ser perfecto para lograr lo que quieres, sólo necesitas creer y ya tienes un 90% el otro 10% es cuestión de esfuerzo y perseverancia. Todos tenemos habilidades que conocemos, pero también existen aquellas que desconocemos, así que examínate para descubrir de qué eres capaz. Si aún no has visto esta peli de estudios Dreamworks ¡qué esperas!  réntala, disfruta y aprende con proverbios que te dejarán pensado.

"El pasado es historia, el futuro es un misterio y el presente es un regalo... de ahí el origen de su nombre"

Tómalo en cuenta y disfruta tu presente, no te agobies por cosas del pasado ni por aquellas que aun no suceden, disfruta el hoy!

Y mira como "Po", después de todo no hay ingredientes secretos en la vida...

Todos los caminos llevan a casa

miércoles

He aquí una historia de amor ""de esas de las que ya no se cuentan" dijera mi abuelita...

Es un filme totalmente conmovedor de principio a fin la historia de Sang-Woo y su abuela muda...






... pero este definitivamente lleva al corazón...

Sin miedo al cambio...

Que... ¿quién es ella? ella es "la vampiresa" y se describe en sus propias palabras de la siguiente manera:

"Sólo soy una persona de colores. Tengo días rosas, otros azules, marrones, morados... "

¿Qué es lo que sucede cuando de repente te encuentras ante una situación nueva? Existen personas que no sabemos qué hacer, otras simplemente deciden dar la vuelta y no salir de su estado de confort, pero también existen aquellas a las que el cambio no les produce ningun temor y les es tan sencillo como sólo seguir caminado en esa nueva "aventura" que el destino ha puesto en su camino; sin miedo al cambio...

Las horas enamoradas

Aquí una historia encapsulada en un poema y la chica que lee... su voz me atrapa...





Gracias...

Qué rico tango Che!

martes
Navegando en la red me he topado con este video de una canción que me gusta mucho. Considero que el tango es una de las danzas en el que tanto la música como el movimiento de los cuerpos expresan el mismo sentir.


Santa Maria (Del Buen Ayre)

| MySpace Video

Diez minutos

El Cortometraje Diez minutos, dirigido por Alberto Ruiz Rojo y protagonizado por Gustavo Salmeron y Eva Marciel, ha superado la cifra histórica de 100 premios en festivales, incluyendo entre ellos el Premio Goya 2005 al Mejor Corto de Ficción.

"¿Quién no espera en Navidad a alguien que no va a volver nunca?" (Enrique González)

Señales...

viernes
No pierdes nada con sólo observar muy bien!!!

La noche de los feos...


A continuación un hermoso cuento de Mario Benedetti...


Ambos somos feos. Ni siquiera vulgarmente feos. Ella tiene un pómulo hundido. Desde los ocho años, cuando le hicieron la operación. Mi asquerosa marca junto a la boca viene de una quemadura feroz, ocurrida a comienzos de mi adolescencia.Tampoco puede decirse que tengamos ojos tiernos, esa suerte de faros de justificación por los que a veces los horribles consiguen arrimarse a la belleza. No, de ningún modo. Tanto los de ella como los míos son ojos de resentimiento, que sólo reflejan la poca o ninguna resignación con que enfrentamos nuestro infortunio. Quizá eso nos haya unido. Tal vez unido no sea la palabra más apropiada. Me refiero al odio implacable que cada uno de nosotros siente por su propio rostro.Nos conocimos a la entrada del cine, haciendo cola para ver en la pantalla a dos hermosos cualesquiera. Allí fue donde por primera vez nos examinamos sin simpatía pero con oscura solidaridad; allí fue donde registramos, ya desde la primera ojeada, nuestras respectivas soledades. En la cola todos estaban de a dos, pero además eran auténticas parejas: esposos, novios, amantes, abuelitos, vaya uno a saber. Todos -de la mano o del brazo- tenían a alguien. Sólo ella y yo teníamos las manos sueltas y crispadas.Nos miramos las respectivas fealdades con detenimiento, con insolencia, sin curiosidad. Recorrí la hendidura de su pómulo con la garantía de desparpajo que me otorgaba mi mejilla encogida. Ella no se sonrojó. Me gustó que fuera dura, que devolviera mi inspección con una ojeada minuciosa a la zona lisa, brillante, sin barba, de mi vieja quemadura.Por fin entramos. Nos sentamos en filas distintas, pero contiguas. Ella no podía mirarme, pero yo, aun en la penumbra, podía distinguir su nuca de pelos rubios, su oreja fresca bien formada. Era la oreja de su lado normal.Durante una hora y cuarenta minutos admiramos las respectivas bellezas del rudo héroe y la suave heroína. Por lo menos yo he sido siempre capaz de admirar lo lindo. Mi animadversión la reservo para mi rostro y a veces para Dios. También para el rostro de otros feos, de otros espantajos. Quizá debería sentir piedad, pero no puedo. La verdad es que son algo así como espejos. A veces me pregunto qué suerte habría corrido el mito si Narciso hubiera tenido un pómulo hundido, o el ácido le hubiera quemado la mejilla, o le faltara media nariz, o tuviera una costura en la frente.La esperé a la salida. Caminé unos metros junto a ella, y luego le hablé. Cuando se detuvo y me miró, tuve la impresión de que vacilaba. La invité a que charláramos un rato en un café o una confitería. De pronto aceptó.La confitería estaba llena, pero en ese momento se desocupó una mesa. A medida que pasábamos entre la gente, quedaban a nuestras espaldas las señas, los gestos de asombro. Mis antenas están particularmente adiestradas para captar esa curiosidad enfermiza, ese inconsciente sadismo de los que tienen un rostro corriente, milagrosamente simétrico. Pero esta vez ni siquiera era necesaria mi adiestrada intuición, ya que mis oídos alcanzaban para registrar murmullos, tosecitas, falsas carrasperas. Un rostro horrible y aislado tiene evidentemente su interés; pero dos fealdades juntas constituyen en sí mismas un espectáculos mayor, poco menos que coordinado; algo que se debe mirar en compañía, junto a uno (o una) de esos bien parecidos con quienes merece compartirse el mundo.Nos sentamos, pedimos dos helados, y ella tuvo coraje (eso también me gustó) para sacar del bolso su espejito y arreglarse el pelo. Su lindo pelo."¿Qué está pensando?", pregunté.Ella guardó el espejo y sonrió. El pozo de la mejilla cambió de forma."Un lugar común", dijo. "Tal para cual".Hablamos largamente. A la hora y media hubo que pedir dos cafés para justificar la prolongada permanencia. De pronto me di cuenta de que tanto ella como yo estábamos hablando con una franqueza tan hiriente que amenazaba traspasar la sinceridad y convertirse en un casi equivalente de la hipocresía. Decidí tirarme a fondo."Usted se siente excluida del mundo, ¿verdad?""Sí", dijo, todavía mirándome."Usted admira a los hermosos, a los normales. Usted quisiera tener un rostro tan equilibrado como esa muchachita que está a su derecha, a pesar de que usted es inteligente, y ella, a juzgar por su risa, irremisiblemente estúpida.""Sí."Por primera vez no pudo sostener mi mirada."Yo también quisiera eso. Pero hay una posibilidad, ¿sabe?, de que usted y yo lleguemos a algo.""¿Algo cómo qué?""Como querernos, caramba. O simplemente congeniar. Llámele como quiera, pero hay una posibilidad."Ella frunció el ceño. No quería concebir esperanzas.


"Prométame no tomarme como un chiflado."


"Prometo."
"La posibilidad es meternos en la noche. En la noche íntegra. En lo oscuro total. ¿Me entiende?"


"No."


"¡Tiene que entenderme! Lo oscuro total. Donde usted no me vea, donde yo no la vea. Su cuerpo es lindo, ¿no lo sabía?"Se sonrojó, y la hendidura de la mejilla se volvió súbitamente escarlata."Vivo solo, en un apartamento, y queda cerca."Levantó la cabeza y ahora sí me miró preguntándome, averiguando sobre mí, tratando desesperadamente de llegar a un diagnóstico."Vamos", dijo.


No sólo apagué la luz sino que además corrí la doble cortina. A mi lado ella respiraba. Y no era una respiración afanosa. No quiso que la ayudara a desvestirse.Yo no veía nada, nada. Pero igual pude darme cuenta de que ahora estaba inmóvil, a la espera. Estiré cautelosamente una mano, hasta hallar su pecho. Mi tacto me transmitió una versión estimulante, poderosa. Así vi su vientre, su sexo. Sus manos también me vieron.En ese instante comprendí que debía arrancarme (y arrancarla) de aquella mentira que yo mismo había fabricado. O intentado fabricar. Fue como un relámpago. No éramos eso. No éramos eso.Tuve que recurrir a todas mis reservas de coraje, pero lo hice. Mi mano ascendió lentamente hasta su rostro, encontró el surco de horror, y empezó una lenta, convincente y convencida caricia. En realidad mis dedos (al principio un poco temblorosos, luego progresivamente serenos) pasaron muchas veces sobre sus lágrimas.Entonces, cuando yo menos lo esperaba, su mano también llegó a mi cara, y pasó y repasó el costurón y el pellejo liso, esa isla sin barba de mi marca siniestra.Lloramos hasta el alba. Desgraciados, felices. Luego me levanté y descorrí la cortina doble.
FIN