La ropa, el modelo y yo

martes
"-Bien, pues nos fuimos a París juntos. Él aún estaba en la universidad y se presentó con un aspecto desaliñado y andrajoso. Me apetecía comprarle algo bonito, así que me lo llevé a Boss. Había muchas cosas que le encantaban, pero se negaba a probárselas. No paré de insistirle, y al final me dijo: 

<< No importa lo que me ponga, nunca me pareceré a él>>

y me señaló al encantador modelo rubio de Boss. Así que le dije: << Y qué mas da? Tampoco yo me parezco a Catherine Deneuve, y eso no significa que tenga que ir vestida como esa cantante muerta...>>¿ Cómo se llama?
   -Janis Joplin- dije yo.

   -Sí , esa. Y entonces mi hijo me dijo algo muy inteligente. Dijo: 

Aquí todo es demasiado grande para mi. No podré llenarlo.

 Al principio creí que hablaba de su tamaño físico, así que intenté darle confianza: no debe ser fácil ser bajito. Pero entonces caí en la cuenta de que se refería a otra cosa. La verdad era que no se veía digno de esas prendas. En su mente el traje de Boss estaba hecho para el modelo rubio, no para él. Y ahí radica el secreto:

Nunca te pongas prendas de ropa que sean más grandes que tú, a menos que intentes crecer para llenarlas...

¿No creéis que tiene sentido? Con la vida sucede lo mismo.
 No viváis una vida que os queda grande. Podéis crecer hasta poneros a su altura o encogerla hasta ajustarla a vuestra talla."

Lo anterior forma parte de libro "El contador de historias" de Rabih Alameddine, líneas que mientras leía me quedé suspendido en el tiempo y recordé pasajes de mi vida... siempre que visitamos algún almacén para comprar ropa, me quedo observando como se ve la ropa en los modelos o en los maniquís del aparador y cuando me dicen : anda elige... termino diciendo que nada me ha gustado... MENTIRA!!! claro que algo me ha gustado, lo que no me ha gustado es la idea de saber que ese atuendo no es para mi o que al ponérmelo no me quedará igual....

Y eso tiene que ver el tipo de mentalidad que a veces me envuelve, en ocasiones veo todo tan grande que el temor se apodera de mi y prefiero no involucrarme. 

Pero para eso sirve leer, para darme cuenta de que las cosas deben cambiar y este texto me ha hecho abrir los ojos, sino soy capaz de probarme un atuendo, mientras siga pensado de esa manera no seré capaz de vivir la vida que quiero. Así que señoras y señores, niños y niñas, la próxima vez que vaya al almacén diré: me pruebo ese , ese, ese y ese!!!!