Sanar un corazón

jueves

Hace mucho que no pasaba por aquí... en ese tiempo escribí muchas cartas al girasol, escribí otras tantas a la luna para tratar de sanar un corazón.

El tiempo pasó y las historias continuaron, al inicio no es nada sencillo, te resistes a creer que el dolor puede seguir ahí, te despiertas de madrugada pensando en qué hiciste mal y no encuentras respuesta. Pero todo pasa, un día te das cuenta que es mejor así, que de nada sirve pensar en lo que no fue y en lo que no sucedió.

Así que es mejor salir de uno mismo y salir, hacer lo que nos gusta, lo que nos hace sentirnos bien, siempre tratando de hacer lo correcto sin lastimar a nadie. Así que por eso estoy aquí, tratando de desempolvar mis ideas, tratando de reencontrarme en lo que me gusta. Quizá está publicación no sea tan clara, lo que muestra el estado en el que me encuentro y del que quedará como punto de partida para las cosas que vendrán más adelante. Digamos que será una especie de separador de un libro, de esos bonitos que ponemos para marcar la página en la que nos hemos quedado y poder continuar así.

Hoy estoy decidido a seguir adelante y seguir dejando que la vida me despeine, después de todo... de todo se aprende.

Les estaré compartiendo ahora sí (porque se las debo y lo vengo arrastrando) nuevas historias, y los personajes que las han creado.

Les deseo a todas y todos que ante cualquier situación siempre encontremos la manera de sanar nuestro corazón para poder dar lo que tenemos. Que nadie les diga que no pueden.