Como siempre, cuando ya no puedo con este mundo, con mis historias, agarro mis maletas y vengo aquí, a mi refugio. En esta ocasión quiero platicar acerca del respeto.
Yo creo ciegamente que el respeto se gana, con nuestra forma de ser, con nuestra manera de hacer las cosas y sobre todo con nuestra manera de dirigirnos y tratar a las personas; ese respeto es el que cuenta. Hay otro tipo de respeto, el impuesto, el obligado, ese que al final del día no es respeto.
¿no?
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